Como Mejorar mi Scoring Crediticio o Bancario PASO a PASO?
El scoring crediticio es una especie de “termómetro” que mide cuán confiable sos para el sistema financiero. No importa si ganás mucho o poco, lo que evalúa es cómo manejás tus compromisos de pago. Tener un puntaje alto te abre puertas: podés acceder a créditos, mejores tasas, alquilar más fácil o conseguir tarjetas con más beneficios.
Si tu score está bajo, no estás condenado: podés mejorarlo, y más rápido de lo que muchos creen.
A continuación te explico cómo hacerlo paso a paso, con ejemplos y consejos reales que funcionan en Argentina, pero primero:
Como se compone el Scoring crediticio en la Argentina?
El scoring crediticio se compone de varios factores que, en conjunto, pintan un retrato de tu comportamiento financiero. Cada empresa (Veraz, Nosis, Equifax, etc.) tiene su propio modelo matemático, pero en general los componentes son bastante parecidos. Te los detallo de manera clara, con sus pesos aproximados y cómo impactan:
1. Historial de pagos (35% – 40%)
Es el elemento más importante. Evalúa si pagás tus deudas en término o si tuviste atrasos.
-
Pagos puntuales = puntaje alto.
-
Moras de más de 30 días = bajón fuerte en el score.
-
Deudas judicializadas o incobrables = impacto severo.
Cada mes cuenta: la regularidad y la puntualidad valen más que cualquier otro factor.
2. Nivel de endeudamiento (25% – 30%)
Mide cuánto del crédito disponible estás usando.
Si usás más del 50% de tu límite de tarjeta o crédito, el sistema entiende que estás sobreendeudado.
El ideal es no superar el 30% o 40% del límite.
Ejemplo: si tenés un límite de $100.000 y solés deber $90.000, tu score cae; si debés $30.000, mejora.
3. Antigüedad crediticia (10% – 15%)
Cuánto tiempo llevás teniendo cuentas o tarjetas activas.
Un historial largo demuestra estabilidad y experiencia financiera.
Por eso no conviene cerrar tarjetas viejas, aunque no las uses. Esa antigüedad te da puntos.
4. Cantidad de cuentas y diversidad de crédito (10%)
Tener diferentes tipos de crédito (tarjetas, préstamos, cuenta corriente, servicios) muestra que sabés manejar distintos compromisos.
Pero si tenés demasiadas líneas abiertas o muchas deudas pequeñas, el sistema puede interpretarlo como riesgo de saturación.
El equilibrio es clave: ni poco crédito (porque no hay historial), ni demasiado.
5. Consultas de crédito recientes (5% – 10%)
Cada vez que pedís un préstamo o una tarjeta, las entidades hacen una consulta.
Muchas consultas seguidas hacen sospechar que estás buscando crédito por necesidad urgente, lo que puede bajar tu puntaje.
No pasa nada si hay una o dos al año, pero si en tres meses pedís tres créditos distintos, tu score se resiente.
6. Información positiva (factor adicional)
Aunque no siempre se considera en todos los modelos, algunos sistemas valoran los pagos a servicios, alquileres o seguros como señales de buena conducta financiera.
También suma que otras empresas reporten información positiva al Veraz o Nosis: que pagás en tiempo, que tenés relaciones comerciales activas, etc.
1. Conocé tu situación actual
Antes de mejorar algo, tenés que saber dónde estás parado.
Pedí tu informe gratis en Veraz, Nosis o la Central de Deudores del BCRA (podés hacerlo sin pagar una vez cada seis meses).
Ahí vas a ver:
- Qué deudas tenés registradas.
- Si hay errores o datos viejos.
- Qué empresas informaron esos datos.
Ejemplo: si aparece una deuda con una tarjeta que ya cerraste hace años, puede tratarse de un dato desactualizado. En ese caso, hacé el reclamo directamente desde la web del Veraz o Nosis adjuntando el comprobante de pago.
2. Regularizá tus deudas pendientes
Tu score mejora en cuanto pagás o acordás tus deudas. No hace falta cancelarlas de golpe: muchas veces con iniciar un plan de pago o firmar un acuerdo ya cambia la forma en que el sistema te ve.
Ejemplo real: si debés $50.000 a una tarjeta, pero pactás una refinanciación y cumplís con las cuotas, el registro pasará de “deuda impaga” a “en plan de pago”, lo que mejora tu perfil.
Lo importante es que el acreedor informe ese acuerdo a las bases de datos. Si no lo hace, podés reclamar con tu comprobante.
3. No uses todo tu crédito
Uno de los factores que más peso tiene es el porcentaje de crédito utilizado.
Si usás el 90% del límite de tu tarjeta todos los meses, aunque pagues en término, el sistema interpreta que estás al límite de tu capacidad de pago.
Lo ideal es mantener el uso por debajo del 30% o 40% de tu límite.
Ejemplo: si tu tarjeta tiene un límite de $100.000, tratá de usar como máximo $30.000 o $40.000 por mes.
Esto muestra que sabés administrar tus recursos y mejora tu puntaje con el tiempo.
4. No generes demasiadas consultas de crédito
Cada vez que pedís un préstamo, una tarjeta o una financiación, el sistema registra una “consulta crediticia”.
Demasiadas consultas en poco tiempo hacen pensar que estás buscando crédito desesperadamente, lo que puede bajar tu score.
Consejo: pedí crédito solo cuando sea necesario, y no más de una vez cada tres o cuatro meses.
5. Pagá siempre en tiempo y forma
Suena básico, pero es el punto más importante. El historial de pagos es el 40% del puntaje total.
Pagá aunque sea el mínimo de la tarjeta, pero evitá caer en mora.
Un solo atraso de más de 30 días puede impactar fuerte y dejarte marcado durante meses.
Si tenés muchas fechas de vencimiento, automatizá los pagos o configurá alertas en el celular. La puntualidad es el mejor remedio para levantar el score.
6. Mantené tus cuentas activas
Tener productos financieros activos —aunque no los uses mucho— demuestra estabilidad.
No cierres tarjetas o cuentas viejas, salvo que te generen gastos.
La antigüedad crediticia es otro factor clave: cuanto más largo sea tu historial, mejor.
Ejemplo: si tenés una tarjeta hace 8 años y otra hace 6 meses, mantener la vieja suma puntos, porque muestra constancia.
7. Diversificá tus productos
El sistema valora que tengas distintos tipos de crédito: una tarjeta, un préstamo, una cuenta corriente, etc.
Eso indica que sabés manejar varias responsabilidades al mismo tiempo.
Pero cuidado: no se trata de endeudarte más, sino de tener un perfil equilibrado.
8. Revisá que la información esté correcta
Muchos puntajes bajos se deben a errores o datos duplicados.
Cada seis meses revisá tu informe y verificá que no figuren deudas ya pagadas, o montos equivocados.
Podés reclamar gratis desde las páginas de Veraz o Nosis, adjuntando los comprobantes.
9. Dales tiempo a los cambios
El score no sube de un día para el otro.
En general, las actualizaciones tardan entre 30 y 90 días desde que regularizás una deuda o corregís un error.
Pero si mantenés un buen comportamiento sostenido, los resultados se ven.
En unos meses podés pasar de un perfil de riesgo medio a uno confiable, y eso se traduce en más crédito y mejores condiciones.
10. Construí confianza a largo plazo
El scoring es una foto de tu comportamiento financiero, no una condena.
Incluso si tuviste problemas en el pasado, el sistema valora el cambio de conducta.
Ser ordenado, pagar en término y usar el crédito con responsabilidad es lo que realmente te hace subir.
En resumen: mejorar tu score es cuestión de tiempo, constancia y orden.
No hay atajos mágicos, pero sí estrategias inteligentes que cualquiera puede aplicar.
Con disciplina y seguimiento, podés transformar un informe negativo en un historial sólido, y pasar de ser “riesgo medio” a perfil confiable ante cualquier entidad.